lunes, 6 de julio de 2015

El metro y sus estaciones







En un vagón del metro la primavera con un vestido blanco se aferraba a mis brazos, una parada, dos destinos y ahora mi condena. Era una luz amarilla, radiante, con una voz gruesa de inocencia y con sollozos entre sueños, demasiada fragilidad en manos de un limitado, de un desalmado.
Se sujetó, me abrazó y me condenó. Y es que uno sabe cuándo muere, cuando el destino no le pertenece, cuándo se es uno juntando dos pieles, la suya, manchada, irreverente hasta en eso, y la mía, desgastada y marcándome los huesos.
Madrid y París lo saben, la noche siempre fue nuestro cómplice, le tocaba al día sufrir.

Tal parece, preciosa, que las coñas se han ido volviendo realidad y a mí no se me dio por practicar.

jueves, 16 de abril de 2015

Buenos días





Y quién mi iba a decir que al salir de mi palacio dejaría de ser magnánimo, que ya no sería inmortal.
Recuerdo mi ultima batalla contra las sombras,esas que se cuelan entre las persianas al alba, luchando para que no te tocaran, para que no ocuparan tu brillo amarillo, ese brillo que hasta el día de hoy aún me guía.
Me encantaba jugarme la vida que no sabía en el precipicio de la cama, liberándome del miedo. Allí, le susurraba mis sueños a tu cuello, inspeccionando tus miedos en cada punto de tu cuerpo, en las colinas de tu pecho, en cada cielo de verano a invierno.
Se escuchaba un gemir, era el destino al ver que se consumía la ultima colilla en la mesilla, el ultimo buenos días.
Ahora se por qué no salió el sol aquel día, el pobre está demasiado harto de las despedidas.

martes, 31 de marzo de 2015

Condena







No existe, supongo, peor condena que no poder volver a querer así.
Bueno si, querer de esa forma, cómo cuándo la luna aparece radiante sobre el mar y su reflejo perlado hace los deleites de miles de enamorados y sus ilusiones, reduciendo sus plegarias a querer y sólo poder querer.
Termino los días, uno tras otro tachando tu nombre en las hojas de mi vida al acostarme, con el castigo de tener aún muchas más, o no,  vaya uno a saber, paginas limpias en este libro que llaman vida.

Ya no sé si lo eterno será el dolor o el recuerdo de ese amor.

martes, 25 de noviembre de 2014

[Sin puerto]







No todo es mar lo que esconde el azul de tus ojos, no hay puerto al que regresar a la orilla de tu boca. El carmín de tus labios es del rojo de mi derrota.
Soy aquel pirata que paga la condena de navegar en altamar sin rumbo, sin luna ni estrellas por las que guiarme, y es que  te has dado la vuelta, has torcido la mirada y la brisa no te alcanza a dar mis añoranzas.
Ya no se ni a donde regresar ni de donde partir, ya no tengo mar, se te ha dado por escapar.
Ahora tu reflejo en el agua me pierde, no me sirve de brújula, y es que nadie navega siguiendo fantasmas, ¿quién ha dicho que los muertos aman?

Vaya, nunca le había temido tanto al azul.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Debería



Debería de existir un sitio donde se pudieran descambiar los recuerdos, un sitio donde pudiera observarte, brillante y llena de dolor, hermosa, con todos tus ismos.
Tengo agujereada la costilla derecha y por mucho que intento taparla se sigue agrandando y pudriendo, huele a cenizas, como la colilla de ese cigarro de después de comer.

Mejor así, no me gustan las cicatrices, ya tengo muchas y no tengo espacio ya donde ponerla.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Inmortal

¿Y mis noches? ¿Dónde han quedado? ¿Se han esfumado dentro de sus ojos azules? Seguro habrá sido el firmamento quien me las ha robado, como esas  estrellas fugaces que a veces se ven y desaparecen.
Mierda, no quiero morir, supongo que es lo que suele pasar cuando se conoce la eternidad.
Yo fui inmortal un tiempo, ¿sabes? Me sentía magnánimo, cual cronos con un palacio amarillo, majestuoso.
Ahora escribo, rebobino y me desangro, llevo tiempo despertándome con la almohada manchada en sangre, ya no recordaba que era eso, apesta.
Joder, no quiero morir, no quiero tener que escribir. 

miércoles, 10 de septiembre de 2014

[Empiezas a quemar]



Se me ha dado por volver a escribir, eso es que empiezas a doler, empiezo a extrañar.

Ojalá no mueras, ojalá.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Tónica





Tengo pánico al olvido, casi tanto como se lo tengo al Jazz, un miedo infinito a perderme entre poetas de whisky, cigarrillos y gafas oscuras sobre un escenario. 
 Me he perdido, o por lo menos aún lo sigo. Ya casi ni escribo, apenas dibujo y me encabrono más según pasan los días.

domingo, 29 de abril de 2012

[Primera Luna]

Es jodidamente increíble ver como la gente muere y el mundo sigue sin detenerse..
Los puntos rojos que manchan la luna relatan tu suicidio, que tengas suerte en tu viaje, que tu muerte te brinde una nueva vida lejos de los recuerdos.
Feliz muerte primera luna de abril, que el olvido te sea leve...

lunes, 16 de enero de 2012

[Secretos de almohada]

Si me has de juzgar, que sea en la cama, el resto del tiempo solo soy un hijo de puta. 
Es así nena, el resto del tiempo me dedico a luchar contra mí mismo, lo que tú eres para mí y lo que sé que no eres.
Solo en la cama es cuando me desarmas, es como si me liberas del peso de los años y de los recuerdos. 
Me desnudas, reduciéndome a huesos, piel y miedo, haciéndome vulnerable. Y es que cuando te aferras a mi cadena evitas que me escape, que me vuelva a los años pasados, que deje de ser yo y así poder decirte los pensamientos que guarda mi almohada. 
Si vas a quererme, déjame un hueco en tu cama.