Si me has de juzgar, que sea en la cama, el resto del tiempo solo soy un hijo de puta.
Es así nena, el resto del tiempo me dedico a luchar contra mí mismo, lo que tú eres para mí y lo que sé que no eres.
Solo en la cama es cuando me desarmas, es como si me liberas del peso de los años y de los recuerdos.
Me desnudas, reduciéndome a huesos, piel y miedo, haciéndome vulnerable. Y es que cuando te aferras a mi cadena evitas que me escape, que me vuelva a los años pasados, que deje de ser yo y así poder decirte los pensamientos que guarda mi almohada.
Si vas a quererme, déjame un hueco en tu cama.
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