lunes, 5 de diciembre de 2011

[AJO]

Lo siento nena, pero es que a la estrella fugaz se le olvido mi deseo. O quizás tenía muchos y el mío aun está por cumplirse y lo que te estoy escribiendo ahora en un futuro ya no sea necesario. De todas maneras solo quiero que sepas que lo siento. 
Siento no poder ser lo que un día quise ser para ti, siento no poder cuidar de tus sueños, siento no poder protegerte de las sombras que se esconden debajo de los arboles, no hacerte reír hasta llorar y que tuvieses que llorar cuando tendrías que estar riendo. 
Perdona mi otoño, pero es que el color vinotinto de las hojas me trastocan las noches, se acumulan en una montañita y me cuesta seguir las huellas que vas dejando. Además, el tiempo que me diste no es que este gastado ni estropeado, es que se ha parado sin más, el segundero baja muy despacio y creo que ya son más de sesenta los segundos. 
En definitiva, siento no poder ser lo que un día me propuse ser para ti, solo quiero que cuando llegue el momento vuelvas a leer esto que te escribo, no es para hoy, es para un mañana.