martes, 25 de noviembre de 2014

[Sin puerto]







No todo es mar lo que esconde el azul de tus ojos, no hay puerto al que regresar a la orilla de tu boca. El carmín de tus labios es del rojo de mi derrota.
Soy aquel pirata que paga la condena de navegar en altamar sin rumbo, sin luna ni estrellas por las que guiarme, y es que  te has dado la vuelta, has torcido la mirada y la brisa no te alcanza a dar mis añoranzas.
Ya no se ni a donde regresar ni de donde partir, ya no tengo mar, se te ha dado por escapar.
Ahora tu reflejo en el agua me pierde, no me sirve de brújula, y es que nadie navega siguiendo fantasmas, ¿quién ha dicho que los muertos aman?

Vaya, nunca le había temido tanto al azul.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Debería



Debería de existir un sitio donde se pudieran descambiar los recuerdos, un sitio donde pudiera observarte, brillante y llena de dolor, hermosa, con todos tus ismos.
Tengo agujereada la costilla derecha y por mucho que intento taparla se sigue agrandando y pudriendo, huele a cenizas, como la colilla de ese cigarro de después de comer.

Mejor así, no me gustan las cicatrices, ya tengo muchas y no tengo espacio ya donde ponerla.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Inmortal

¿Y mis noches? ¿Dónde han quedado? ¿Se han esfumado dentro de sus ojos azules? Seguro habrá sido el firmamento quien me las ha robado, como esas  estrellas fugaces que a veces se ven y desaparecen.
Mierda, no quiero morir, supongo que es lo que suele pasar cuando se conoce la eternidad.
Yo fui inmortal un tiempo, ¿sabes? Me sentía magnánimo, cual cronos con un palacio amarillo, majestuoso.
Ahora escribo, rebobino y me desangro, llevo tiempo despertándome con la almohada manchada en sangre, ya no recordaba que era eso, apesta.
Joder, no quiero morir, no quiero tener que escribir. 

miércoles, 10 de septiembre de 2014

[Empiezas a quemar]



Se me ha dado por volver a escribir, eso es que empiezas a doler, empiezo a extrañar.

Ojalá no mueras, ojalá.