viernes, 30 de enero de 2009

[Sombra y luna]



Solo recordaba su imagen marchándose, dándome la espalda como si negara lo que el ritmo de sus palpitaciones le decía. Sentí que se marchaba lentamente casi sin querer hacerlo pero la inercia de la fuerza y la impotencia la empujaban a la partida

Yo solo la miraba, dejándola ir... dejándola ser, dejándola perder

Mientras en mí un estruendo y un grito mudo en la inmensidad de mi penumbra decía: No me dejes, no me robes lo que soy, por que tú eres todo lo que soy, mi sombra y mi luna

Mas la cárcel de mi boca no se abrió en ningún momento, solo para dejar escapar un suspiro donde habitaba mis ilusiones muertas y dejando que se perdieran con la brisa y el tiempo

Destinos distintos nos marcaron a partir de ese suspiro, yo marche lejos más no huyéndole

Decidí encerrarla, hacerla prisionera en mis pensamientos y en mi alma, en lo mas recognito donde nadie fuera capaz de verla ni de sospechar que existía, incluso yo mismo.

Solo de esa manera emprendí mi nuevo destino, la nueva rama que florecía de este roble machacado y herido sin compasión alguna

Tratando de aliviar de una u otra manera los pesares que me dejaba, forjando mi autodependencia y construyendo mi falsa felicidad acompañado de la soledad, la noche y el silencio.

Exactamente fueron cuatro años de lucha conmigo mismo, poniéndole más y más corazas a la cárcel que habitaba en mí, paliando de forma efímera y frívola su inevitable ausencia con cuerpos tibios e insulsos que me brindaban una pausa, un respiro para no lamentar

Mas sin embargo no dejaron de ser breves, mi marcada desconfianza no me dejaba ser capaz de que mi mente se obstruyera y fuera ella, no podía brindarme tal proeza.

Aun por mucho que intentara suprimirla e ignorarla una pobre luz palpitante casi ya sin vida me mantenía atado a ella, a los recuerdos, a tocar su olor y oler sus palabras.

Pero siempre, siempre sale el y sus jugarretas, su bastarda afinidad por jugar y cambiar todo es insaciable, aun así por primera vez he de agradecerle el que me brindara esa posibilidad, que desconfiado pero seguro no desaproveche...

Recuerdo que me temblaba la mano a la hora de marcar, me costaba diferenciar los números y me pesaba el aire

escuche un Hola, sentí miedo, felicidad, rabia, impotencia, esperanza, hasta podría inventar sentimientos en ese momento

vacilante con la voz y con mi animo le dije que nos viéramos, la respuesta me libero ipsofacto

Era el día, los nervios acabaron con mis pulmones, colilla tras colilla esperaba el momento, el instante

Apareció, deslumbrante y vivaz como solo ella en esta existencia es capaz de ser

Mis mas escondidas esperanzas quebraron las barreras que las hacían presas y gritaron su libertad! como el niño que corre presuroso a los brazos de su madre... así corrían mis labios, en busca de la seguridad y de la eternidad.

se posaron las libélulas sobre nuestra estela... iluminándonos el futuro... guiándonos a la prosperidad...


domingo, 18 de enero de 2009

La Vid





Siempre le dije al tiempo que me esperara
que me dejara un instante mas de lo normal
para pensarla, desearla y necesitarla
mas su rebeldía incesante y palpitante con el tic tac
marcaba de forma rápida la lenta partida de mi alma
mi aislamiento perpetuo en la penumbra interna de mis ojos
que disfrazan normalidad cuando en el interior habita solo vacío
hastío y cansancio por el tiempo y por sus sucesos
por besos necios que murieron sin tener dueño
por anhelos tercos amarrados a los pensamientos
restos de memoria son los que lucho por encajar
por encarrilar para liberarme y esfumarme
como el humo gris que se dispersa en la oscuridad
sin ningún miedo a desaparecer y volverse un todo
siendo yo David, vida, la vid.